MaS

¿Por qué me lo hago? Buena pregunta. Siento el final cada vez más cerca y es así como me gustaría terminar. Tan feliz, tan llena de dicha, pensando que tengo lo que me corresponde y lo que no. Tan capaz sobre las situaciones complicadas, salvo ésta. ¿Por qué lo hago? nunca sabré quererme. Nunca querré vivir lo suficiente si no es con gloria o con libertad absoluta aunque ello me arrastre poquito a poco al silencio a la que me vino a visitar algunas veces. Siento hacer daño con esto que pienso, incluso yo me asusto, pero por otro lado, no me gustan las complicaciones y estoy tan cansada.... Se que no lo entendeis ni tú ni ella, ni nadie. Sólo bajo esta piel se puede notar el desánimo de los años, el lento avance hacia la nada, el vacío de una vida llena de complicaciones, el pánico de la vejez postrada en el sufrimiento sin poder disfrutar como ahora disfruto. Por eso la tiento, si tiene que pasar que sea ahora cuando aún os quiero.

La próxima vez, se me va a hacer tarde para arrepentirme y soberbia diré that's all my friend, lo que hay es lo que ves lo mires por donde lo mires del derecho y del revés. La próxima vez no te llamo para que vengas a mi entierro, ni te dejo que participes en mi comedia, ya alquilaré payasos o me titularé en tonterías. La próxima vez tal vez sea mi despedida, mi final de carrera, que no mi meta ¡ojo! y no me estoy haciendo la víctima, sólo la cobarde y qué bueno que me contradigan cuando no quiero tener razón pero, qué putada, la tengo.

Pongamos a prueba las palabras, hablemos con educación, sin dobles sentidos, sinceramente, con orgullo, sin reparos, sin muletillas, fluído, con inteligencia, con exquisita selección de la temática, sin miedo en el aliento, con decisión y aplomo, con tacto y delicadeza, con entusiasmo determinativo, sin poner todas las cartas sobre la mesa, sin apostar nada. Pero hablemos.

Se está grande en casa caramba. Sobra espacio, silencio y hasta tiempo. Pasa despacio porque toca a más al haber menos entre quien repartir. La llamo a la Sole pero tiene planes esta tarde y me dice que se pasará cuando amaine el tormento de este abandono intermitente. De este ceda el paso que le atropello. La cuelgo para que sepa quién manda antes de que me tome por el pito del sereno, aunque intuyo que seguirá haciendo lo que la salga de ahí me ponga en vertical o en oblicuo, me ponga como me ponga. Mientras la espero despierta, mido el pasillo en silencios y me sobra uno. Parece que se ha ensanchado el maldito, como si no hubiera ya demasiado hueco que llenar. Miro la tele un instante y la dejo puesta para que acompañe al silencio en este minuto de duelo por lo que nunca tuvo lugar, y justo 2 segundos antes de que termine, concluyo en mis pensamientos con la extrema unción de lo que tenía que pasar. "Algunas veces suelo recostar, mi cabeza en el hombro de la Luna, y le hablo de

Subía como la espuma y ninguno de los dos sabíamos pararlo. Sólo el tiempo permite que poco a poco vuelva a bajar, que se deshaga entre susurros cómplices la espuma dentro de la bañera, como si nunca hubiera estado ahí. No puedo evitar relacionarlo con aquel día: Volcamos dentro el bote entero del gel. Queríamos un baño de espuma como en las películas de la tele en que la espuma lo tapa todo con su apariencia tan blandita, tan calentita y tan abrigada como un forro de borreguillo dentro de la cazadora. Pronto empezó a subir aquello y pronto dejamos de vernos las caras y pronto dejamos de ver la bañera y de ver todo. Pedimos auxilio pero mamá estaba ocupada con sus cosas en su cocina ajena a la tragedia que sólo el tiempo podía remediar. Y del mismo modo que había crecido, en cuestión de minutos, dejó de crecer la espuma para ecabullirse silenciosa dentro del agua, dentro del aire; para simplemente desaparecer. Leyes de la física, leyes de la química. Conclusiones, determinaciones y fin

Comes me y te sabe mejor, vuelan pajarijuelos por el techo y las espinacas terminan de cocerse mientras pienso en el ornitorrinco orejudo qe vimos antes de ayer cuando me dabas la mano y las parimosas susurraban a gritos por nuestros orificios nasales canciones de argentina que dicen palabras que no existen en la real academia de las cosas cuerdas ni sensatas. El orangután nos ha guiñado un ojo pero en la cueva eso está terminantemente prohibido y la lavadora no deja de hacer ruido porque no le hemos echado la fórmula mágica que descubrió el doctor aquel mes de diciembre con aquel frío que cantaba canciones a voz en grito y sólo las escuchaban nuestros pies y sólo las detenían aquellos muros de nieve. Cuando nos miramos de nuevo todo ha cambiado de color y ahora es casi salmon o naranja o de cualquier otro color que tenga nombre de color y de cosa a la vez, y en el aire se ha quedado estancada una pregunta que no deja que circulen las hojas de los árboles perennes a su libre albedrío..

Después de una de esas tardes de agujas, pinchazos, camillas, sillas de ruedas, análisis y mantas verdes aparece n señor con pinta de amable que me ofrece quitarme el sujetador y el colgante. Como me veo impedida por mi atuendo ridículo que me deja la espalda al aire y las agujas enchufadas en mis venillas (esas que me da tanto riminí pensar que tengo siquiera) pongo cara de auxilio y el señor no tiene más remedio que proceder a ello mismo (al auxilio me refiero). Y con toda su buena intención me desabrocha el sujetador y me lo saca despacito por un bracito primero y por otro luego. ¿Qué pienso entonces? ¿Qué me irán a hacer? ¿qué manos mas frías? ¿cómo hago para sentarme en la silla de ruedas sin tirar el cacharro del suero? ¡qué va! pienso si resulta o no erótica esa forma de desvestirme con las botas puestas y la luz mortecina a juego con el blanco maldito cómplice del horror de las baldosas, si se me verá algún pelo, si pareceré una masa de cárnida debajo de ese fluorescente sin pi

Cosas de los ojos de las miopias, que para ver bien lo que no se ve de cerca tiene que coger distancia una... alejarse un poco, fruncir el ceño y decidir si lo que tiene delante merece o no la pena. Se me partieron las gafas hace unos días o unos meses o unos años (hay que ver cómo pasa el tiempo) y no he hecho amago de recuperarlas ni tan siquiera me planteé pasarme a las lentillas... y así he ido dándome cabezazos contra las paredes por cabezona (qué razón tienes sabelillas) pero mira tú por dónde, que de lejos si aprecio los gestos, los matices, las palabras, de lejos lo aprecio más cercano aún y me siento con super poderes poderosisimos... nadie puede ver lo que yo veo cuando te miro de lejos para verte de cerca.

Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simula´ción inventado por mí para ocultarel desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mequindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa lo poco que me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodíaco. Memoria de mis putas tristes. Gabriel García Márquez.

Hacer alusión a la fuente, o en caso de no conocerse ésta con eactitud, dejar claro que la cita no es de la propia cosecha es la diferencia, lo que hace legal un plagio. No sólo eso. Lo que hace historia. No hace mucho debatíamos la inmortalidad de un texto, de una historia, aunque no sea cierta, al ser contada por un sujeto y repetida y/o utilizada por el resto en el espacio y en el tiempo. No sólo es legal sino que potencia la cultura, la tradición, el perdurar de la historia por los siglos de los siglos amén. Ahora, (si tú me dices ven lo dejo todo) lo ilegal es que me mires a los ojos y repitas literalmente esa frase que te fascinó anoche en el cine, lo ilegal es que yo no sepa qe es un plagio y lo más ilegal de todo es que me conquiste. No soy la ley ni tomaré medidas al respecto, ni siquiera emprenderé una demanda, para qué negarlo, me gusta el juego cuando te gano y cuando te pierdo aunque sea con trampas baratas.

Tenemos una casa fantástica. No cabemos pero construiremos una justo al lado para que también entre el perro. Nos la han cambiado de sitio, ahora tenemos vistas a los ttrnseúntes y a su ritmo incesante, lejos de las grandes mansiones donde, por otro lado, tampoo pintábamos mucho. Nos construyeron un palacete pero se derribó porque no sabían muy bien dónde ponerlo. Ahora el suelo es de goma para que podamos dormir. Tenemos cerca un lago, pero no tiene agua: la gran laguna seca. Nos reunimos al atardecer y paseamosentre las flores. Me explicas cuáles van a morir primero, antes del próximo domingo. Me dices que siempre seré tu pequeña flor y es verdad que yo también caducaré antes del domingo.

Otra despedida, otro adiós. Gente que no ocupa lugar aun después de invertir tiempo y vida. Ninguna lección aprendida, sólo tiempo evaporado, un caluroso verano al abrigo de los insolentes aires acondicionados que pudren poco a poco la conciencia de esta ilusa. Muchos kilómetros siempre en el mismo sentido, con la misma meta, y tanto plástico invertido en castillos de arena o de plastimetal... Me aborda por última vez el instinto maternal del principio, las arcadas de esta gentuza con derechos y deberes sobre mis competencias autoasignadas, la mala sangre de los domingos y sus siestas al sol. Sali pitando y dejarte en mi cama para quedarme ahora que ya no duermes conmigo. Me rendí en algún punto entre iluminación y pintura, te mereces otra historia aparte. Lo supe el día que me marché sin despedirme de tí.

Alguna vez fuimos amigos y alguna vez nos enamoramos. Alguna vez esperé con impaciencia las seis para verte después de trabajar largo y tendido en aquel restaurante de mala muerte. Alguna vez me quedé llorando porque cambiaste rápido de idea. Alguna vez escuché tus poesías y alguna vez lo dejaste todo por estar más cerca de soñar juntos. Alguna vez escribimos una canción y alguna vez cansado de esperarme te vi alejarte y te perdí. Alguna vez vengaste todo el tiempo que pasó con una de esas promesas que nunca se cumplen y alguna vez regresaste.

Dice que un pez gordo es gordo porque nunca antes lo han pescado. Será más fácil transformar toda esta vida en una sarta de mentiras, disfrazarla de lo que más le guste a uno, pensar que pasó y que nunca tuvo lugar, o lo tuvo en el más recóndito lugar de la mente y del alma. Lo que está claro es que en este drama fantástico de Tim Burton lo que sobra es otra visión sincera y fidedigna de la realidad, y lo que el mundo necesita es esa visión edulcorada del gran pez, el que nunca dejó de serlo, el que nunca se dejó pescar. Llena de algún tipo de moraleja, y del sentido que cada uno le quiera dar, la película Big Fish la deja a una y a uno también, con ganas de dibujar un mundo mejor sobre el lienzo desgastado del que a menudo pisamos, de salirse de lo corriente, de buscar sin miedo una alternativa, un cuento mágico, una sonrisa en el mundo. Fascinante y maravillosa. Terminaré por volverme una forofa del cine fantástico.

M: ropa sucia, el cuarto sin barrer, ensalada, san jacobos, lavadoras, metro, abono, planchas, maquillaje, tacones, rimmel, razas, multitud, ascensores, escaleras, sabanas frías, flores secas, una entana al mundo, independencia, desconocidos que reconozco, bolsos, monederos, planes, reloj, mensajes, llamadas, teatro, restaurantes, cine, soledades que compartimos, platos vasos, entradas, aforos limitados, cerrado, colas, rebaños, asientos, ¿donde está?, facturas, llaves de casa, autobús, cazadora. F: Siesta, lentejas, sofá, cama, Savoy, Mandrágora, Metro, Dreams, café, visita, silencio, telefono fijo, humedad, Pancho, tranquilidad, la película de la tarde, fiesta, coche, conducir, caminos, atardeceres, hojas secas, calimocho, pan, tres platos, copas de chocolate, paseo, abrigo, bufanda, guantes, vaho, hielo, bata, manta, flores, sabanas y mantas, gritos, desdén, desprecio explícito, ángel, montaña para planchar, cuerda de tender, legañas, cuantos más mejor.

¿A quién no le hubiera pasado? El que esté libre que tire la primera piedra. Respondón, bocazas, prepotente e insoportable, no voy a defenderle, pero ¿cuántos somos los que también oímos campanas y no sabemos dónde? ¿Los que vendemos la leche antes de ordeñar la vaca? ¿quién no? La ambición juega las cartas de los humanos y los sueños son libres y gratis, por eso quien más y quien menos todos aspiramos a que nos toque la primitiva, el premio gordo. Un poquito de autocriterio por favor, el que no vale que se mira al espejo con atención y verá su ojo lleno de pajas (mentales) antes de encontrarse como Iñaki Albondiguilla con la jarra de leche rota y vacía.

Lo estropean todo las estrellitas, ésas que van al lado del precio final, que desenmascaran una verdad, que intuyen una tara, un definitivo “y punto final” “that’s all my friends” eso es todo amigos.Son casi peor que los puntos suspensivos, que dejan las cosas en el aire. Las estrellitas, asteriscos, en cambio son una mala premonición, el colmo del aparentar y la falsedad. Quiero parecer pero mi letra pequeña es la puñalada trapera, lo que digo por detrás, tu desencanto, lo que destiñe y contamina. Estoy más que segura, todos tenemos una estrellita, un asterisco traidor que en la intimidad predica a voces nuestra letra pequeña

A veces paso por el pasado para recomponer el futuro, a veces tropiezo a posta infinitas veces con la misma piedra que se cruza en mi camino, sólo porque me gusta medir los daños y enumerar las heridas y su profundidad en comparación con la vez pasada. Es como mirarse al espejo preguntándose cuánto tiempo ha pasado y en qué ha cambiado mi cara, cada rasgo, el modo de mirar las arrugas. A veces, sólo a veces, permito que me hagan daño sólo para apreciar las caricias de lo que venga detrás. Y a veces después de estar tan perdida pues voy y me encuentro.

Soberbia divina en apenas metro y medio de recorrido sanguíneo, sangre violeta, imitación de sangre azul, no hay cosa que más me joda que se tiña la sangre para aparentar que puede mirar por encima de su hombro a pesar de su altura. No me inmuto, ni para bien ni para mal pienso firmar una tregua, no porque tú quieras, aunque al fin y al cabo, si vamos a hablar del tiempo se bienvenida de regreso a casa Bego.

Se pueden tener raíces y también alas. Pero ¿qué es lo más largo? ¿Qué mide más? ¿las raíces o las alas? ¿de qué hay más ganas? ¿de volar o de plantarse? Ahí está mi sitio y ahí no pienso quedarme y sin embargo tampoco termino de reconciliarme con esta ciudad. La doy una tregua, un periodo de adaptación, todavía no podemos llevarnos bien, hasta que se acabe este contrato o hasta que decidas quererme o hasta que vengas para quedarte, yo que sé. Y hasta entonces seguiré planeando mientras me recortan poquito a poco las alas y se hacen cada vez más pesadas las raíces que arrastro.

No me queda tiempo para tus calles, tus helados, tu espectáculo gratuito, tu urbanidad, tus modales barriobajeros o de alta alcurnia, tus diferencias Norte-Sur, tu vida contada por fascículos coleccionables en tiempo real, tu pose coqueta, tus ojos mirándome por todos los lados, tus pupilas cuando se mojan, tu caluroso abrazo de madrugada, incluso tu silancio , tus miles de acentos, tu piel, el hueco de tus dientes, tu sonrisa, carlitos y su madrugar, tus 20 euros para invertir en taxis para venir a ver a Marta, tu cuello masticado por otra, el olor de tu ropa en mi cesto de la ropa sucia, el momento de que por fin me beses. Por eso abandono esta tarea, para volver cuando tenga tiempo.

Vomitan donde sea y cuando sea su verborrea , su historia, su manera de vivir. Necesitan explicar lo que son de tanto ser nadie, vidas anónimas, repeticiones por las aceras, cuentas corrientes en el banco del olvido. Bonito no importa con quien, vomito no importa dónde, alguien lo recogerá aunque sea con asentimiento de cabeza. Necesitan saber si hay alguien ahí y yo encantada de estar empiezo a ser otro número primo, otra relación comercial, dueña de mi identidad manejada por grandes marcas y lo que le pasa a esta gente ya me pasa cada vez más a mí también.

Café mas bollo Uno cincuenta ¡vaya chollo! que poeta... No me conviene y lo se pero no lo niego me gusta, sabe dulce, diría que lo necesito pero no me decido a terminar de necesitarlo porque a la larga estas cosas son las que matan o peor aún, las pierde una el gusto acostumbrándose a ellas. Tampoco me conviene cobrarla de menos, aunque venga cada día. Es una pérdida minúscula pero estas cosas a final de mes son las que se notan y no te digo a final de año, pero me hace gracia ahí la tienes solita todos los días uno después de otro con su despiste y su silencio intentando concentrarse en el vuelo de una mosca o en el menú de desayunos. Y el uno por el otro la casa sin barrer, se alargan las situaciones y pagarán caros los platos rotos, a nadie le conviene, ni nadie va a salir bien parado pero qué bien sienta a corto plazo evadirse de las amarguras a las 17:45 café y bollo cortesía de la casa.

Es una decisión firme pero sin sentido. Falta de personalidad que dicen los que se creen seguros de saber lo que quieren, falta de complicaciones lo llamo yo, al fin y al cabo no me va la vida en ello, o si me va, pero precisamente por eso, porque me vaya más feliz pues elijo no elegir. Es una de esas cosas con las que prefiero no encararme. Me gusta el limón y me gusta el chocolate; barajo cual me perjudica más a la larga, a la corta... alguno se mantendría en sus principios: "el chocolate engorda demasiado", "el limón da ardor de estómago", diría para justificar su decisión. Y yo continuaría toda mi vida esperando a que decida el que paga los helados. La postura cómoda: ¿para qué más, si tampoco me perjudica en exceso que en este caso decidan por mí?, ¿si casi me viene bien no complicarme en esa decisión? Mientras no muera nadie, aquí paz y después Gloria. Ya veremos cuando engorde o cuando tenga ardor de estómago, al fin y al cabo el tiempo todo lo cura (después

Y la planta un tortazo y otro y la gente alrededor que no se entera hasta que por encima de mucha gente pasa volando un súper héroe justiciero (que sí se ha percatado de la escena) de esos que trabajan por amor al arte y en sus horas libres sin cobrar salarios ni horarios de nocturnidad. El caso es que la rescata o por lo menos lo intenta, delante de la mirada atónita de todos los que allí estamos y no nos hemos coscado de que en nuestras narices está teniendo lugar una de esas escenas de maltrato de las que habla la tele a menudo para desgracia del género femenino que es el atacado por mayoría. Pues no va la tía y después de menospreciar la acción heroica del superhéroe altruista, sale lloriqueando detrás del maltratador en cuestión, detrás del sujeto que hace cero coma la abofeteaba públicamente sin ningún tipo de reparo como si de una alfombra al sol se tratase. “Ver para creer” se intuye en el eco de todos los pensamientos que contemplamos impávidos la escenita. No contenta con su

El día que descubrí el guacamole arriesgué demasiado. Pagué una pasta por algo que ni siquiera sabía cómo me iba saber. Invertí en un tal vez. El día que descubrí el guacamole tenía ganas de cambiar de vida o de dejar de ver lo que se refleja en el espejo a las 6 de la mañana y me lancé en una aventura a la decisión de la marca y los nachos que tenían que hacerle de compañía en mi paladar. Después de mucho cavilar y re-cavilar a cerca de sabores que nunca había sabido y de cómo ligar texturas que ni conocía, me dirigí a la caja y pagué caro, claro. El día que descubrí el guacamole me lancé al vacío sin saber muy bien lo que tendría detrás, sin certezas, ni esperanzas de sobrevivir siquiera, pero con ilusión, con ganas de encontrar no se qué, lo que fuera. Y después de todo resulta que no me ha sentado bien el guacamole, pero valió la pena conocer su sabor, su textura y hasta sus efectos negativos. Valió la pena.

-Vestir de luto riguroso en pleno mes de Agosto por Madrid -Un escote que se descoloca constantemente y lejos de insinuar, enseña -Un tanga con instinto de violador -Una sonrisa que miente -Una mentira -Estar contigo no estando ninguno de ambos -Volver tan tarde del trabajo -Ese "paluego" entre los dientes -La carcajada aposta -Una infidelidad en el momento que se descubre -Una cama vacia después de todo -El puto aire acondcionado -El viento que te despeina -El baño de BRICOR -Un driver que no se instala -Una llamada culpable que acusa un casi olvido

Por la carretera y con la ventanilla bajada, vaya puesta de sol y todo al rededor desierto puo y duro. Parece que cabalgamos pero en realidad volamos antes de que se acabe la luz del día y sólo nos contamos anécdotas, nada demasiado profundo que nos pueda molestar demasiado a ninguno y al son de Cat Stevens. Ya no se las veces que nos perdono esta situación, pensar que cambiará, que "volveremos a sonreir" como nunca, aquel pasado que no fue, que no estuvo allí, que no tuvo lugar más que en fantasías de la infancia. Pienso ni como la hija ni en defensa de una esposa, sólo como mujer, sólo como guia, como una amiga lejana que reconoce tus fallos y los maquilla ante los ojos atónitos de los demás: ¿De dónde lo has sacado esta vez? ¿qué has hecho con el auténtico? TONTA porque así no consigo sino confundir a los que se alejaban de su sombra, confiados en sus pasos incluída yo misma. Pero sólo estoy ejerciendo me digo, educando, cambiando el mundo... y en esta labor altruista de e

Para ser consumible tiene que ser práctico, aportar algo nuevo, accesible a la mayoría, a una clase media en este caso, para que los de la clase alta siempre puedan tener 7u8. No puede ser cutre, tiene que considerarse útil, bonito, ponible, buena imagen, fácilmente transportable y fácilmente presentable, en dos palabras, reciclable, reutlizable, tiene que tener un letro redondo, sin compromisos ni letra pequeña, , sencillo pero útil, apto para todos los publicos, sin límite de edad ni de sexo ni de raza por supuesto. No es un símbolo de podrer, no es para presumir, es algo que puede ser necesario o incluso en determinados momentos muy necesario, por ejemplo toallitas húmedas. Facilita las cosas, no pesa, no molesta, no complica, por eso lo de no compromisos. Un punto si además es útil para el bien común, ecológico o destina un tanto por ciento del beneficio a labores humanitarias o beneficencia en general.

Cuando el chulito me chulea y no son historias sus cuentos cuando quiere jugar conmigo y viene a verme (de ciento en viento) me dejo camelar agusto porque nada me queda que defender cuanto hasta los minutos que faltan para que me venga a ver. Cuando el chulito de empeña en alquilar su corazon y tasarlo en ciertas palabras para ninguno de los dos atiendo con sonrisa incrédula y con cierta satisfacción ¡ay si fueran verdad las huachafadas que me suelta de dos en dos! Y si el chulito me llora un no te quiero querer le guiño un ojo al alma al mío y al suyo, si pue' ser y le digo que se ha hecho tarde para volver. pd: yo tb sé jugarme la boca, yo tb sé besar.

no me da la risa... son cosas serias, que estrujan que duelen que arden, son cosas importantes los sentimientos de las personas que tratan con personas todo el día y buscan al final personas de verdad que digan palabras de verdad... y no esta mentira. Y no esta falsa realidad que lo pinta todo de rosa como si no pasase nada, como si lo de debajo no apestara, lo barrido debajo de la alfombra... y serán las hormonas o yo que se, será que hierve mi sangre y no es primavera, será que no me da la risa..

Con sus lagrimitas y todo, con su sonrisa a media luz que parece la virgen de pascua, esa que la cambian el mantón cuando se encuentra a su hijo. Con su amor a plazos de esos que me salen peor que una hipoteca que no termino de pagarnunca, con su cuello pintado de morados por Dios sabe qué labios, y oliendo a perfume (canalla). Sin saber si vengo o voy, ni me duele ni me deja de doler, nisiquiera me desespera, yo antes me desmoronaba y ahora aunque no quisiera hacerlo, pobre de mí que no siento ni lo bueno ni lo malo, como si estuviera adiestrando a una mosca para que en el día de su vida sepa hacer algo más que volar en redondo y chocarse contra cristales. Como si esa fuese mi labor humanitaria, mi bien para con el mundo y el futuro de mujeres engañadas por hombres lobos maquillados como éste bajo una piel de oveja. Soportando por qué el creerme lo que dices sólo si me lo explicas, soportando por qué lo que quiero escuchar. Sólo por evitar el maldito silencio. Y para colmo de males, v

Nadie se sorprende por cosas probables que pasan cada día. Atrae más el improbable, el imposible, el 1% con el que no contábamos, el revés de la vida, lo que es tan improbable que termina sucediendo. Todos queremos ser el blanco de la improbabilidad, a nadie le gustan las cosas fáciles, lo probable, lo que es seguro que ocurra, entre un 51% y un 49% ¿quién apostaría por el 51? ¿quién no simpatiza con ese 49? Nos dejamos columpiar por ese pequeño margen que hace que justo suceda hoy lo que ya no se andaba esperando: nieve en agosto, sol en febrero, hormigas en un 5º piso, mariposas en el estómago a estas alturas...

¿Quería ser tu ombligo, ese del que hablas? ¿y si lo que me gustaba de este juego es pensar que sí te importaba? ¿y si al final es verdad que me he equivocado? ¿que todos tenían razón? ¿qué no era fuerte? ¿que si me importas? ¿que me gustas? ¿que las flores no olían tan mal? ¿que sabina se queda contigo? ¿que no quiero volver a verte?

La del fondo siempre se rompe, o la primera siempre viene hecha migas, es lo que tiene estar al contacto con el mundo exterior, que amortiguan el dolor del resto, es lo que tiene ser la primera o la última galleta, la que sufre por las demás, la llamada galleta heroína, la que se despedaza sin remedio por no hacer daño a sus compañeras, la galleta mamá... la última en abandonar el paquete o la primera en hacerlo a modo de cereales toda desmigajada en la leche. (se me acaban de pasar por la cabeza aquellos años de galletas desmigajadas en la leche, lo que por otra parte nunca comprendí)... La galleta valiente, esa eres tú.

Ya te estaba esperando hace un rato cooo que te marchaste sin despedirte y esas cosas te constipan el alma y te dejan en un malestar extraño aun sabiendo que todo cura. Un mal catarro, ya salió el sol en nuestra placita entre el reino de aragón y castilla la vieja, y podemos volver al banco de tertulia como entonces, traeme conversación, yo pongo las chinchetas comestibles.

Se hace el interesante mientras anota en su libreta apuntes de lo reguapo que es o lo muy por encima que está de un mundo que intuye creado para contemplarle a él. Intenta deleitarnos con cultura todo a cien sacada de no se sabe qué programa de tele-basura. Se piensa con derecho a juzgar, a hablar de la gente, a perdonar vidas, a decirnos cuál es nuestro papel social y fundamental. Peca como el resto del mundo en lo de la paja del ojo ajeno, que la suya no la ve porque es de tal tamaño que no le deja ver de un ojo. Así nos viene el tuertito sin consciencia de ser tuertito como una mujer con el rimmel corrido, a corregir el maquillaje de las demás, o a comentarlo con aires de garndeza (¡mírese en el espejo pardiez!). Otro que se mira el ombligo (pensamos tres de tres) juzgando por encima como se merece quien así nos ha juzgado. Admitámoslo: le llamaríamos (¡claro que sí!), traicionando el instinto ofensivo, si ninguna de nosotras se fuera a enterar después, con el fin de deleitarnos en

El aire caliente amparado bajo las sombras de los edificios, los tubos de escape, los coches, los viejos dentro de los autobuses, las pipas en las tapas de los bares, los frutos secos en las tapas de los bares, los semáforos en rojo, los pies negros, las barras de sujección en el metro, el maquillaje, las piscinas sin zona verde, el asfalto, las obras a la hora de la siesta, la vecina tomando el sol con todas sus carnes al aire, las gafas oscuras que no me dejan saber con certeza si es a mi a quien miras, los cachitas en tirantes, las medias, el sabor de tus besos, el sudor que hace que resbale tu cuerpo sobre mi piel, las costuras de la ropa y a mi portero husmeando por mi ventana mientras riega el patio...

Más vale callar y parecer tonta que abrir la boca y demostrarlo... así nos pierde la lengua, tú por decir huachaferías y yo por no quedarme con las ganas e intentar igualarte sobre este escenario creando tal atmósfera teatral, tal exageración, que roza lo cómico. Nunca seré la niña mala ni me reiré de tus chorraditas hornamentales "tk, amor, corazón" y demás parafernalias de bodorrio cursi. Se busca una tía dura y yo no doy el perfil; por mucho que me meta en el papel siempre aflora la idiota que llevo dentro... no me incluya en el reparto ni se moleste en marcar el número de esta acriz aficcionada, oiga, que los tonos te sirvan de respuesta, aquí acabo este máster en desengaños sin poder engañar siquiera al público cuando sin lágrimas en los ojos te digo que te voy a echar de menos.

Volviste ¿y qué? sólo a lamentarte, a pedir a gritos que hablen por tí, que lo echen todo a perder por los dos. Ni a eso te atreves. Lo que no puede ser es imposible y nada más lejos de eso, si posible fue, posible es y seguirá siendo, hágase tu voluntad en tu casa o en la mía. Amén.

cuidarte del mundo del que no te has sabido defender estos años, olvidar lo aprendido y empeñarme en hacerte cambiar, me creo con derecho , con ganas suficientes, con valor de derrumbarme con tal de corregirte de corregirnos todos un poco... de aprender de enseñar. No has sido así conmigo y tendrás lo que no he tenido yo porque sí, absorbiendo mi vida como has heho con la de los demás pero sin doblegarme, no soy tu esposa, no soy tu madre, nisiquiera tu hija por más que queramos. Soy tu respuesta.

Cuando por casualidad cae en tus manos uno de esos libros de antaño, del año la polka y la cancamusa y por casualidad encuentras una esquinita doblada hace tantos años como generaciones tiene ese libro, todo humano, toda persona se empeña en enderezar el destino de la insignificante esquina, como si fuera algo incómodo, poco estético, de cuyo afán de remediar no se salvan ni maniáticos ni ordenados, no desordenados y normales tirando a desastrosos como yo. Entonces la página acostumbrada desde generaciones como bien digo, a su doblez, a la mala postura y al maltrato, de repente no se siente liberada, se siente tan extraña en esa postura tan correcta, que se resquebraja, ella no ha nacido para ser una página más, ha nacido para ser rara, la de la esquina doblada.

Pantalon oscuro o claro, sin estampados y largo, zapatos de tacón o de cuña o planos, pero siempre sin enseñar los dedos, ni el talón, cerrados por alante y por atras. Siempre es mejor una camisa o un polo en el caso de los hombres, pero si se tratase de una camiseta, nunca enseñando los hombros ni con mensajes sugerentes escritos, ni con estampados excesivamente llamativos, si acaso rayas o algo uniforme. El pelo pues recogido en una coleta o suelto uniforme y ordenadito sobre la cabeza, nada de despeinado. Y así nos presentamos todos como si fuéramos a misa un lunes muertos de calor con la solina que cae ahi fuera en un edificio acondicionado con aire acondicionado y unos despachos tan verdes pastel como tristes, rellenos de caras largas de señores con traje que nos van despachando uno a uno a los vestidos de domingo, vestidos para la ocasión, para que nos den una patada en el culo.

Como si lo valiera, como si no me importaras, como si no mintiera cuando digo que no lo quiero volver a oír, como si tú no me hubieras buscado, como spider man, como si tuvieramos mil cosas que hacer, como si el mundo fuese demasiado grande para coincidir, como si no hubiera pasado, como si no pasase, como si hablasemos el mismo idioma, como si fueramos del mismo planeta, como dos desconocidos o como dos viejos amigos. Bésame como si no me quisieras.

Seré un desastre, el caos, hasta el punto de echarme la culpa cuando no ha tenido que ver conmigo con la intervención de ésta Pandora. Seré torpe hasta conmigo misma, y con lo que no es mío. Me lo cargaré, lo romperé y habrá sido inconsciente, víctimas de mi torpeza y mi descuido, de mi caos personal y propio, si lo quieres lo tomas y si no lo dejas. Pero prefiero romper y perder mil pendientes, planchas, cazos, boles, figuriras, platos, vasos, bolsos, móviles, carteras, chaquetas... inconscientemente y enmendarlo con reposiciones de imitaciones aproximadas, que romperte o perderte con mi egoísmo y mi despotismo ilustrado de quien se cree perfecta, de quien no ha roto un plato, de quien tiene el derecho de exigir virtudes inexistentes en personas reales (un imposible)... y no poder emmendarlo de ninguna de las maneras.

Pasaba por allí, me dejé caer, ya no duele pero extrañamente lo extraño, aquel mundo aquel lugar, el árbol donde sí es cierto, allí nos llevas a todas, qué lástima tú que eres tan auténtico, tan tuyo, tan de nadie. Pasaba por allí y miré el escaparate ese del que presumes que formas parte, el escaparate que antes adornaba yo con mis camisetas de cuello alto y mis zapatillas planas, con mi sonrisa tímida y mi burka. Pasé por allí y a pesar de todo sentí curioso, nostalgia, ganas de volver... ganas de echarles a todos o de que los eches por mí, sentí el rencor la ira y la traición... y al volver a mi mundo, a mi página, a mi ventana propia, vi todo lo que había cambiado y sí, qué orgullo, qué valor, qué... extraño que lo extrañe, qué ganas de volver a donde nunca me quisiste...

Puta amargada que me dice el panchito cuando habla de una mujer valiente que se enfrenta a algo injusto. Puta amargada porque no la gusta lo que ve y se enfrenta a ello con un par de ovarios, porque lucha por cambiar una realidad que algún día la tocó. Puta amargada y me sonrío y él piensa que me hace gracia, que estoy con él, que lleva la razón. No sabe que huelo su miedo a las putas amargadas que un día también a él le patearán el trasero...

I don't understand sorry... I didn't wait... I don't wanna make a memory I just wanna walk, continue walking, I won't start to dream again... don't do this, don't say that, don't think about you anymore. You're just the past so stay there... Atónita me quedo, coincidencia casualidad, pensaba en tí y mira por donde me has debido oir... me pregunto si casualmente pensaba en tí o si nunca dejo de hacerlo en realidad y antes de que se suelte ese freno de mano de los sentimientos equivocados, inadecuados para el momento, el lugar, la persona y sin embargo reales (probablemente los más reales que he visto en todo este tiempo por estos lares) antes de que se suelte ese freno de mano, me tiro del carro. No nos estamparemos esta vez contra el contenedor, ni tú ni yo ni el carro, si yo lo evito a tiempo. No es tarde ni es pronto sólo no es... ya hablaremos

Mi ombligo y yo y l@s que me quieren y l@s que están enamorados de mí, y dejadme escuchar la tele, y cuando yo fuí y luego vine, y yo soy lo primero, y yo soy lo más importante, yo y mi ombligo y al rededor de él, el mundo, el resto del mundo tan insignificante para mí que soy el principio y el fin de esta histora majadera de locos, que soy el centro del universo, bueno sólo yo no: yo y mi ombligo.

"Estas hablando y no me estoy enterando de nada, nada de nada" Y no lo entiendes por más que descifres, por más que te deletreen, por más que hablemos el mismo idioma (dame la mano mi hermano). No lo entiendes. Piensas que conspira el mundo, que eres el elegido el que ha oído bien, el que lleva la razón. Y me temo lo que pasa por tu cabeza y me asusto cuando veo en tus ojos la expresión de un niño perdido, la cara desencajada ante la espalda de tu mundo que nunca fue real. Me asusto porque te quiero a pesar de todo, por tu diente y por tu pelo, y por tu sangre y hasta por tu tortilla de patata... pero es necesario que pases por esto y que entiendas... y aún después de todo, tú, no entiendes.

Gracias por el atardecer si un idílico romance de fondo sin rastro de amor y demás mentiras, sólo tu historia y la mía y un baúl lleno de zapatos en el balcón del 12º. Gracias porque es el regalo más grande que podían hacerme tus oídos, el de escucharme esta tarde entre tanto tráfico y tanta tormenta de verano y tanto chirriar de freno, bocina, semáforos... tan lejos del asfalto y tan cerca de los pájaros y del sol, que casi no parecemos ni humanos corrientes con prisa. Me ha gustado tu balcón pero más tu compañía.

Porque hoy es otro de esos días en los que no pasa nada, porque se acerca el fin o el principio, por este teléfono escacharrado que nunca trae noticias tuyas. Vamos a brindar por otro día en el mundo despertar, comer, dormir, en fin... necesidades varias...y tiempos muertos rellenos de crema holandesa que hoy nos ha preparado Arguiñano en la tele. Por los vanos intentos de ocupar una vida vacía de quehaceres, el trabajo dignifica y sin trabajo no seré digna de que entres en mi casa, no seré digna ni de tener una casa. Brindemos por estos t iempos difíciles para ser libres, por esta oportunidad de ponernos a prueba, por darnos la oportunidad de sonreir aun cuando nadie más lo hace.

12 años empujandole y empujándole, cuesta arriba, cuesta abajo, senderito, camino, calle, avenida.. y el carro que no anda... Tiene ruedas, tiene provisiones, tiene los ejes en perfecto estado, tiene hasta motor, y no tiene frenos, pero no anda.. Y empuja que te empujahoy estamos ante la mayor de las cuestas que habremos pasado en estos 12 añitos de trayectoria y ante ella mi carro y yo detrás de él dispuesta a darle el último empujón, el que le harárodar y dejar todo atrás... incluso a mí. Me despido... tienes que ser valiente le digo a mi carro justo antes de disponerme a coger carrerilla y entonces descubro al fin el motivo de su inmovilidad todos estos años... ¡¡Las ruedas son cuadradas!! ¡Ay carro mío! en cuanto te las cambie no va a haber caminos suficientes para que les recorras

5 Coca-Colas después no soportaré al próximo que se me acerque, lo juro. No sabré asumir que no voy a verte hoy y que es hora de tirar la toalla, que me han sonado raros los comentarios y hasta los silencios de los que nos rodean, o nos rodearon. 5 Coca-Colas después no aguantaré más tus celos ni que me asumas como si fueras mi responsable, como si fuera de tu propiedad, como si tuvieras razón. 5 Coca- Colas más tarde lo peor es que soy consciente de todo lo que ha pasado, de todo lo que he oído y de todo lo que he sentido y me siento con la obligación de tomar cartas en el asunto... y llevo un ful... 5 Coca-Colas después me juro que nunca más sin alcohol, no sea que me choque contra el cristal de la pecera y no sea un accidente, y me duela.

Ni me siento culpable ni incómoda, ni molesta, ni desgraciada, ni agraciada, sólo implícita en un problema al que me cuestiono si en realidad pertenezco o sin tan siquiera existe de verdad en la vida virtual y que (¿¿Será que me gustan los problemas??) también resolveremos codo con codo o codo contra codo, como hasta ahora hemos hecho. Me quedo indiferente con el chaparrón, ya pasará la tormenta, mis ganas de tí, tu indiferencia, tu partida y pasará hasta tu regreso. Nada es eterno y todo fluye como dijo no se qué filósofo-poeta-sabio-profeta... Como un perro de nadie ladrando a las puertas del cielo que diría maestro Sabina, pero si ésta perra nunca ha sido de nadie, tampoco es que haya nada nuevo... y en todo caso... ¿quién es más perro? ¿el que se va sin avisar, o el que se queda a no lamentarse? Nisiquiera despecho, nisiquiera pesar, estar por estar no es un verbo cómodo para adornar con lágrimas una despedida y ya no te digo el verbo fingir... éso si que no pega ni con cola. Al qu

Recuerdo que al llegar ni me miraste fui solo una mas de cientoS y sin embrago fueron tuyos los primeros voleteos ¿Cómo no pude darme cuenta que hay ascensores prohibidos que hay pecados compartidos y que tu estabas tan cerca? Me disfrazo de ti , te disfrazas de mi y jugamos a ser humanos en esta habitación gris Muerdo el agua por ti, te deslizas por mí y jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir Mis anclajes no pararon tus intinstos ni los tuyos mis quejidos y dejo correr mis tuercas y que hormigas me retuerzan Quiero que no dejes de estrujarme sin que yo te diga nada Que tus yemas sean legañas enganchadas a mis vértices Me disfrazo de tí, te disfrazas de mí y jugamos a ser humanos en esta habitación gris Muerdo el agua por tí, te deslizas por mí y jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir No se que acabo sucediendo solo sentí dentro dardos nuestra incómoda postura se dilató en el espacio se mudó el dolor en el costado se me nublan los recodos tengo sed y estoy tragando

Todo son pulgas que nos dejan con el alma congelado de impotencia gritando a vivo grito por qué coño es asi de injusta la puta de la vida.

Sinceramente creo que no he sido sincera, nadie lo es, todos saben hablar, aconsejar, dirigir, arreglar lo que no les pertenece... pero cuando se trata de la propia propiedad... cuando el riesgo es el mío, no se sino echar a correr. Huir, salir, desconectar. No se encarar como os he recomendado que hagais, ni se aguantar, ni resolver a través de la indiferencia, respirar, contar hasta tres, mantener la calma. Os he mentido, pero os ha servido de algo. Ahora mentidme vos...

Gel, champú, suavizante, mascarilla, exfoliante, protector de calor,secador, sik-epil, pinzas, aloe vera, cremita reafirmante, leche limpiadora, tónico, agua, nivea, cepillo y colgate, hilo dental. acetona, lima, aceite, pintauñas violeta para los pies, pintauñas gris para las manos, crema de manos, crema de pies, planchas, laca, sujetador push up, braguitas sin costuras, corrector, base, sombra de ojos (discretita), colorete (discretito), un toque de rimmel (nunca falta), cacao fruta de la pasión, una sonrisa... Vamos, igual que recién levantada...