MaS

Hola. Soy ella. No soy la de verdad. No soy la auténtica. Pero   siempre estoy ahí. Haciendo tambalearse todo, desde las entrañas, desde los cimientos, sin esfuerzo, sin apenas implicarme.   Como esa carcoma que no has oído llegar y está hundiendo el edificio. Hola. Soy ella. Existo desde hace mucho, aunque sólo aparezco de vez en cuando. A veces   estoy en su cabeza, otras veces estoy en la tuya. A veces he llegado a   ser tan real, que he hecho que todo lo demás fuera   casi mentira. A veces he sido real y resulta que todo era mentira. Hola. Soy ella. Mucho más poderosa   desde tus ojos que en la realidad. Una estafa. Una mentira. Una impostora. Fruto del egoísmo, del miedo, de la rutina. Resquicio de una fantasía, el efecto de una ilusión que nunca abandonó un pensamiento. Hola soy ella, y he venido a demostrarte lo fácil que es que las cosas más sólidas se esfumen, que en cuestión de segundos nazca de la nada un deseo   de cambio, que también se esfumará. Tranquila, porqu

Esta es la historia de unas aves que están siendo exterminadas por cuatro animales (término pellorativo referido a personas) que aún sabiendo del flagrante peligro de extinción de la especie, acuden a cazarlas y comerlas in situ a un islote al norte de Lanzarote, donde además hay que pedir permiso para fondear, esperando - esto es lo mejor de todo- NO SER VISTOS. No voy a tratar nisiquiera de entender lo que les pasa por la cabeza a estos mastuerzos que no contentos con saltarse la ley a la ligera, sintiéndose más chulos que un ocho, por comerse pájaros con sabor a pez a punto de extinguirse, además pretenden no ser vistos como quien lleva una capa de invisibilidad. En varias ocasiones se alerta a la guardia civil de que están allí, cantosamente (que me perdone la R.A.E. por inventarme estas palabras) haciendo el mal, en general. Porque extinguir una especie, es hacer el mal, con saña y premeditación, si imaginamos que no es presunto, sino acordado, coger el barco, fondear al lado

Cuando todo se acaba y no queda nada que perder ni mucho más abajo que bajar. O incluso antes, cuando se aprecia que el fondo está cerca, es mejor hacer una pirueta. Como una mueca irónica, extravagante. Hacerle una burla al suelo, mirarse en el espejo y decirse "aquí estamos, ¿y qué?", y encontrar ese mar infinito de posibilidades que está a tu alcance y del que no se percata uno mientras está entretenido en su caída, descenso, fin de carrera. Se repite un poco como el "viva todos sus días como si fuera el último", sin embargo siempre se desvanece entre unas cosas y otras, porque se empeña el humano en construir, en avanzar, en adelantar, en repetir rutinas para mejorar, y se olvida de lo más importante que es la rutina de pensar cada día que la vida está en realidad llena de posibilidades. Cada hora, minuto y segundo. "Olvida tus planes, tu mundo feliz, la cuenta corriente, tu vida sin tí" - Jarabe de Palo

He despertado otra vez, cansada. Porque quiero volver a dormir contigo. Quiero sonreír cuando pienso en las tonterías que me dijiste anoche antes de dormir. En que querías todo conmigo. En que te gustaba que te dijese que colgaras tú. Me dejabas ser la inmadura de los dos. La loca. He despertado cansada de conocerte una y otra vez y que nunca termines conmigo. De imaginarnos mil veces juntos y felices, bailando entre la gente, mirando al mar, haciendo un equipo singular... pero nunca soy lo suficientemente buena para tí y ni siquiera llegas a conocer lo mejor de mí: mis calmas y mis tempestades, o mis manías, que son pocas. He despertado cansada de encontrarte en mil personas, demasiado a menudo tal vez, y que nunca seas tú realmente. Que siempre termines siendo otro muy diferente que nada tiene que ver. y me vuelva a despertar consciente de que sólo fuiste otro sueño. Otro producto de mi imaginación que poco tiene que ver con la realidad en la que duermo. Voy a dejarte. Voy