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Porque sé que quiere usted repetir, porque le gusta, claro que sí, lo dice el brillo de sus ojos que habla del entusiasmo de un niño, de la ilusión de un adulto. El caso es que se plantea la cuestión a largo plazo, las tarifas, las normas del local, y no le convence seguir ninguna normativa ni pagar una cuota cada cierto tiempo. Al menos no le patece pensar cómo saldrán las cosas en un futuro siguiendo esta planificación. Se niega usted a dejarse llevar y a disfrutar de los beneficios presentes, a simplemente aprovecharse de lo que ya ha pagado. Va alargando mes a mes su suscripción hasta que al fin se de cuenta de que le benefician más las tarifas a largo plazo, al fin y al cabo. Pero no le entretengo más, no sea que se canse de escucharme. Vuelva usted mañana.

Se abre el telón y justo delante de sus narices se le planta ella. "Quítate de ahí" la grita "ahora ya no pintas nada". Mira a aun lado y a otro entre el público. Hay caras conocidas. No ve el momento de desvanecerse, ellos han venido a verla convertida en otra persona. Han venido a verla a ella pero no es a ella a quien esperan oir hablar. Recita de memoria el papel y de repente lesale un gesto que no reconoce como suyo, una mano que mueve coqueta un collar, una boca que se abre en un gesto exagerado hacia la sorpresa. Continúa recitando pero accidentalmente le cambia la voz, es aguda, es ñoña, vocaliza despacio... entonces sucede... todo al rededor desaparece, no importa quién hayavenido hoy a verla, no importa quién esté sentado en el patio de butacas espectante por reconocer en un sólo gesto a esa misma persona. Entonces sobra todo lo demás fuera de esas tablas, nada tiene sentido más allá, no hay más allá. Todo el mundo es éste y no hay tan siquiera detrás del

Todas las que juran que nunca se han tocado, todas las que afirman no haber disfrutado de su cuerpo a solas. Mienten todas. Por necesidad se establece un día al mes en el que a todas sin excepción nos invade un instinto perruno muy sano y feliz en el que soñamos despiertas con hacer el animal mayoritariamente en compañía aunque si se da el caso podremos poner en práctica el instinto a solas. No voy a soltar el topicazo de que quién mejor que nosotras conocemos nuestro cuerpo. No creo que sea necesario porque ya lo sabeis todas, que nadie mejor que vosotras mismas os puede complacer. Los sorprendidos con esto van a ser los hombres. Va a ser el segundo bombazo después de lo de que las mujeres finjen orgasmos para complacerlos. Pero no temais chicos, nada va a cambiar con respecto a la asiduidad de nuestros encuentros, pues esto, como la homosexalidad, era un secreto muy bien guardado por la represión religiosa de varios años de tradición, que se sucedía al margen del resto de la humanida

Esta casa nunca ha sido un hogar o tal vez lo fue y ahora liberadad del peso, se cae a cachos... la ha llegado la jubilación anticipada y no sabe mantener el tipo. Hay mil cosas por el suelo, por las esquinas, por las paredes. Se adivina una grieta que nunca antes había visto... y ese cacho de tejado que se desplomó ayer sin avisar. Tal vez sea que nunca regresó aquella niña que construía pasadizos secretos por detrás del armario, o que cantaba y bailaba en el salón. Tal vez sea ese ritmo de vida imparable y constante lo que la ha producido este cancer que la carcome por dentro llenandola de una luz tan amarillenta y de tantas telarañas y tanto caos acumulandose por los rincones. Habrá que mudarse. Habría sido posible la reconstrucción años atrás... pero ahora habrá que mudarse y empezar de cero lejos de esta casa.

Cuando llegué bailaba a mi ritmo, no era el más acompasado de todos pero era mi ritmo al fin y al cabo. No me preocupaban demasiado los colores, los comportamientos, las sonrisas... sólo seguir siendo tal cual sin dejarme lapidar por madrid y sus normas. Empeñada en ser pero sin valor para llegar a ser, empeñada en saltarme el escalón, en obviar los procesos vanos, pura burocracia, vamos a lo práctico. Y tú te sentabas en tu trono cada día intentando ganarte una vez más la súplica de un súbdito arrtodillado. Necesitabas un espejo en el que mirarte y un punto de referencia con el que comparar tus virtudes. Y yo, que no suelo compararme, contenta con lo mío, aunque insuficiente, comencé a apreciar los colores, los comportamientos, las sonrisas... convenciéndome de que a más metas ansiadas, más metas conseguidas. Ambiciosa quise y quise y quise y pedí y pronto ya tenías con quién compararte y sobre quién triunfar. Quisiste ser la primera para que siempre te sucediera una segunda. Y así se

Son 12, cada uno diferente, con sus más y sus menos. 12 yogures en un cartón 0% materia grasa y porquerías varias, ricos en colorantes y conservantes y supuestamente también en calcio... por eso es recomendado por mamás como la mía que baten el record de minutos al día pegadas al teléfono haciendo recomendaciones vanas que algún día en el súper nos da por cumplir a las hijas pródigas que tratamos de desenvolvernos en la gran urbe... Poquito a poco me acostumbro al yogur del día, hoy me apetece ácido, pues limón, el de fresa siempre es bienvenido, pera, no está mal, manzana... y ahí va quedando el de coco. Dije que ayer en la cena le cantaría el réquiem sin pensarlo demasiado antes de arrepentirme, pero pronto le cambié por otro de rico y nutritivo plátano. Sabios de todo el mundo investigan a qué se debe la q pereza que da comerse un yogur de coco a esas horas intempestivasen las que entre otras cosas l que apetece es hacer lo que a una la da la gana. Otra vez me acechaba este mediodía