Al estilo superman

Y la planta un tortazo y otro y la gente alrededor que no se entera hasta que por encima de mucha gente pasa volando un súper héroe justiciero (que sí se ha percatado de la escena) de esos que trabajan por amor al arte y en sus horas libres sin cobrar salarios ni horarios de nocturnidad. El caso es que la rescata o por lo menos lo intenta, delante de la mirada atónita de todos los que allí estamos y no nos hemos coscado de que en nuestras narices está teniendo lugar una de esas escenas de maltrato de las que habla la tele a menudo para desgracia del género femenino que es el atacado por mayoría.
Pues no va la tía y después de menospreciar la acción heroica del superhéroe altruista, sale lloriqueando detrás del maltratador en cuestión, detrás del sujeto que hace cero coma la abofeteaba públicamente sin ningún tipo de reparo como si de una alfombra al sol se tratase. “Ver para creer” se intuye en el eco de todos los pensamientos que contemplamos impávidos la escenita. No contenta con su hazaña, va la maltratada y le tira un zapato a la cabeza al súper-héroe en cuestión y aún le suelta una serie de improperios varios a nuestro heroico salvador que se queda como si se hubiera acabado de dar cuenta de se ha colado de tebeo y lleva los calzones por encima del pantalón, al estilo Supermán