Se pueden tener raíces


Se pueden tener raíces y también alas. Pero ¿qué es lo más largo? ¿Qué mide más? ¿las raíces o las alas? ¿de qué hay más ganas? ¿de volar o de plantarse?
Ahí está mi sitio y ahí no pienso quedarme y sin embargo tampoco termino de reconciliarme con esta ciudad. La doy una tregua, un periodo de adaptación, todavía no podemos llevarnos bien, hasta que se acabe este contrato o hasta que decidas quererme o hasta que vengas para quedarte, yo que sé.
Y hasta entonces seguiré planeando mientras me recortan poquito a poco las alas y se hacen cada vez más pesadas las raíces que arrastro.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La de la esquina doblada

cómo se aprecia

Bisolvón antitusivo, el jarabe que más me pone!!