chao chaoooo


Otra despedida, otro adiós. Gente que no ocupa lugar aun después de invertir tiempo y vida. Ninguna lección aprendida, sólo tiempo evaporado, un caluroso verano al abrigo de los insolentes aires acondicionados que pudren poco a poco la conciencia de esta ilusa. Muchos kilómetros siempre en el mismo sentido, con la misma meta, y tanto plástico invertido en castillos de arena o de plastimetal...

Me aborda por última vez el instinto maternal del principio, las arcadas de esta gentuza con derechos y deberes sobre mis competencias autoasignadas, la mala sangre de los domingos y sus siestas al sol. Sali pitando y dejarte en mi cama para quedarme ahora que ya no duermes conmigo. Me rendí en algún punto entre iluminación y pintura, te mereces otra historia aparte. Lo supe el día que me marché sin despedirme de tí.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La de la esquina doblada

cómo se aprecia

Bisolvón antitusivo, el jarabe que más me pone!!