QUIÉN TE HA DICHO
Quién te ha dicho que quiero saber la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
Déjame de tonterías, ya sabemos como está el mundo. Prefiero soñar, cuidar de mis sueños, que no se empañen con imposibles, con obstáculos, que no se sugestionen y se vengan abajo, que no se hagan pequeños.
Los alimento con mi mente, con mi imaginación, con mis planes de futuro para mí, para tí, para todos. Los dibujo caprichosamente cada día, despeinados y con hambre de ilusión, con la que les alimento, para llegar a ser tan fabulosos como las obras de arte de los artistas que ya no existan. No hablo de esos cantamañanas que ponen una silla oxidada en medio de una sala y se quedan tan campantes. Hablo de aquellos otros, ya me entendéis, los artistas de verdad. Los que imaginaban cosas que sólo eran posibles cuando se imaginaban, para tornarse después reales.
Déjame en paz de verdades, no hay nada que elegir con respecto a esta situación, no te permitiré contaminar mis ilusiones con verdades de mentira, ni con razones absolutas, ni siquiera con verdades absolutas y razones de mentira. Qué necesidad hay de estrellarse obviedades en la cara, explícame en qué cambia eso las cosas.
No es tan importante para que tenga que ser auténtico, puede pasar disfrazado de chipirón. No insistas en desenmascararlo, que ahora soy esa que dice el maestro "pero ella prefería escuchar mentiras piadosas"
Déjame de tonterías, ya sabemos como está el mundo. Prefiero soñar, cuidar de mis sueños, que no se empañen con imposibles, con obstáculos, que no se sugestionen y se vengan abajo, que no se hagan pequeños.
Los alimento con mi mente, con mi imaginación, con mis planes de futuro para mí, para tí, para todos. Los dibujo caprichosamente cada día, despeinados y con hambre de ilusión, con la que les alimento, para llegar a ser tan fabulosos como las obras de arte de los artistas que ya no existan. No hablo de esos cantamañanas que ponen una silla oxidada en medio de una sala y se quedan tan campantes. Hablo de aquellos otros, ya me entendéis, los artistas de verdad. Los que imaginaban cosas que sólo eran posibles cuando se imaginaban, para tornarse después reales.
Déjame en paz de verdades, no hay nada que elegir con respecto a esta situación, no te permitiré contaminar mis ilusiones con verdades de mentira, ni con razones absolutas, ni siquiera con verdades absolutas y razones de mentira. Qué necesidad hay de estrellarse obviedades en la cara, explícame en qué cambia eso las cosas.
No es tan importante para que tenga que ser auténtico, puede pasar disfrazado de chipirón. No insistas en desenmascararlo, que ahora soy esa que dice el maestro "pero ella prefería escuchar mentiras piadosas"
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