Cuando por casualidad cae en tus manos uno de esos libros de antaño, del año la polka y la cancamusa y por casualidad encuentras una esquinita doblada hace tantos años como generaciones tiene ese libro, todo humano, toda persona se empeña en enderezar el destino de la insignificante esquina, como si fuera algo incómodo, poco estético, de cuyo afán de remediar no se salvan ni maniáticos ni ordenados, no desordenados y normales tirando a desastrosos como yo. Entonces la página acostumbrada desde generaciones como bien digo, a su doblez, a la mala postura y al maltrato, de repente no se siente liberada, se siente tan extraña en esa postura tan correcta, que se resquebraja, ella no ha nacido para ser una página más, ha nacido para ser rara, la de la esquina doblada.
Dice Lau que parece un puti con tanto rojo pasión, pero a mí me gusta. Desde el principio quise que fuese así y hoy me voy a gusto a la cama a puntito de haberlo conseguido. ¿Por qué esa manía por los colores y las decoraciones extravagantes a estas alturas de la vida? ¿ahora que lo que menos importa es el sitio que ocupo tan efímero como nuestra historia? Una semana para hartarme de estos colores, de estos muebles puestos así, de buscar la perfección, de esperar que esto tenga algo que ver conmigo, para mirar el teléfono cada tres por dos con ganas de salir de aquí o de que vengas pronto a ver mi habitación rojo-puti.
Comentarios
Y rematada con un montón de naves de Star Wars colgadas del techo alrededor de una bola de espejos que simula la estrella de la muerte y que ilumina la habitación con pequeñas estrellas cuando enciendo un foco dirigido a ella.
Es un ambientazo, no creas.
Un besote¡¡
Jejeje, pero es la edad de serlo, que luego te compras piso y todas esas cosas y ya no te lo puedes permitir tanto(Te conviertes en lo que juraste que nunca serías, nos pasa a tod@s).
Un día te enseño mi habitación.
Por cierto, ¿y ahora que pasa con la tuya? ¿Volverás a decorar la nueva de la misma forma?
Todo será cuestión de tiempo ¿no?