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Mostrando entradas de 2012

Imposible...Gratis

Pongan gratis cuando quieran vender. ¡¡Atrévanse!! En su muro de Facebook en Twitter, en un escaparate con una luna brillante lleno de pequeñas lucecitas led tipo adorno navideño. Gratis, en letras grandes y pequeñitas. Pónganlo en letras recónditas, insignificantes, pónganlo en la  letra pequeña que nunca nadie lee, porque lo leerá todo el mundo. Con los tiempos que corren, GRATIS es la palabra que más vende. Entiendase: Gratis la segunda unidad, Gratis: pinche aquí (y me hará de oro). ¿Verdad? Sí, no, opinen. Gratis es la palabra que vende, la que nos hace de oro, la palabra que encontramos allá donde esté escrita, y a estas alturas la única capaz de llamar nuestra atención para detenernos un momento a ver en qué consiste el truco. Comparen el impacto de un le ofrezco esta tarjeta gratis, con le ofrezco esta tarjeta a coste cero. ¿De quién se fían? Imposible, en tu boca es el gratis con el que vender algo que regalado no se sabe si interesa demasiado, la verdad. Me refiero a

Perfectos

Éramos perfectos, nadie se imagina hasta donde. No éramos perfectos, éramos perfectísimos, o más si cabe. Éramos tan perfectos juntos que separados no éramos nada, como una silla coja, incómodos, raros, inútiles. Era perfecta la forma en la que encajábamos como las piezas de un puzle extravagante en a penas 90 cm, era perfecta la coordinación matinal con la que hacíamos las cosas, casi sin darnos cuenta, incluso cuando llegábamos tarde. Hasta el sol dando los buenos días con su amanecer reflejado en el Windsor era mucho menos cinematográfico que nuestra despedida en el portal tan plagado de ternura que nadie podría dejar de mirarlo como si fuese una escultura nostálgica de esas de bronce que florecen ahora por todas las ciudades. Éramos tan perfectos besándonos el uno al otro que cualquiera diría que habíamos nacido para eso. El modo de entendernos, de mirarnos a los ojos y saber lo que había detrás, de abrazarnos, de bailar con Sabina, de cantar por la calle, mi mano dentro de la tuy

SABELILLAS MY DEAR

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It's time to not waste time anymore

ella

No es ni tú ni yo ni todo lo contrario ni lo mismo ni diferente. No hay manera de equiparar ni el blanco de mis ojos a los suyos, tal vez el arrojo y el valor o nisiquiera eso.  Tal vez que somos mujeres al borde de un ataque de nervios esperando cosas de ti, promesas, el cielo y la luna que prometiste. Tal vez esa rabia contenida. Las cosas que dijiste de nosotras a nosotras tendiendo un puente entre los abismos de nuestras vidas tan distintas. Las mentiras que recorremos antes de dormir en la cama donde dormía contigo. Ella deja de ser ella y se convierte en esta, la que tengo cerca, la que ya no es extraña, parte de un día a día que no deja de fluir a pesar de todo, extraño sin embargo como todo lo que transcurre desde hace semanas, pero con un toque de comicidad dramática a lo Pedro Almodovar. La realidad supera a la ficción. Aún sin querer hacerme daño y haciéndomelo a posta, algunas noches me pregunto cuántas ellas más estarán pensando que yo soy ella y ellas no lo son, por

de menos

En mis desayunos en mis vueltas a casa, en mi teléfono, en mis ganas de reír de ponerme guapa de hacer cosas nuevas, en mis zapatos sin tacón, en mi secador y mis planchas, en mi armario lleno de pienso para cebra, en ese cajón plagado de calzoncillos, en las ocho de la tarde puntualmente cada puñetero día, en el Facbook que ya no tengo, en el whats app, en tuenti, en twitter, hasta en el messenger. En todas las esquinas de mi maldita casa, por mucho que cambie los muebles de sitio. En el cuadro que siempre quise hacer con fotos nuestras en blanco y negro, en el cabecero de una cama que no estaba, en el ordenador dando la brasa, en la cena, en la cocina, como un cesto en el salón, en mis hombros ¿dónde está tu brazo? en mis labios en mi piel, en mis escalofríos, detrás de mí. De menos, y no de más.

sin ti

Se atropellan las cosas que estaban claras con las que son multicolor y no encuentro lo que acabo de dejar aquí mismo ni el grifo que acabo de abrir. Se empieza a inundar todo de una calma sospechosa llena de flores azules como de cementerio y escucho el eco de pájaros lejos que nada tienen que ver con el canto de los ruiseñores que brillaban en tus ojillos de chinito. Perdida no, porque estoy en mi casa y el espacio que reconozco a tientas sigue siendo el mismo, sólo que es como si me hubieran cambiado la casa de hemisferio. A veces reconozco alguna sombra providente de otro mundo en el que los pollos hablan en argentino y siempre desayunamos revuelto de claras con avena y el gato cósmico azul nos guiña un ojo y cumple nuestros sueños. Otras veces me deslizo por una piel que ya no tiene que ver con la mia en un espacio de menos de 15 cm de aproximacion y suspiro echándola tanto de menos que siento como si se me instalase en el estómago ese puntito que llevan los signos de interrogac

OTRO DÍA DE DESPUÉS

Están por todas partes, se repiten a lo largo de los años como las nocheviejas, siempre empiezan igual, siempre terminan igual, incluso en su finito acontecer hay escenas que se repiten. Y siempre al final la gran mentira. Hay personajes nuevos en la historia de este año, qué gracia, cosas de la vida, lo digo mucho. (Haré una canción que diga "cosas de la vida") también este año desayunan un donuts a medias donde otros se comieron bocadillos de calamares. Estoy poniendo velas otra vez para que no suceda, para que no se aparque que abramos esa ventana y que se ventilen tantos años de decepción.  Y si no se escuchan mis plegarias al cielo y al infierno y al limbo y a todas las fases de la reencarnación según religiones que ni conozco pero que espero conocer un día en mis exóticos viajes, me juro, que el año que viene no va a haber día de después. No, no y mil veces no. Me miro al espejo: no tengo cuerpo de estar esperando, estoy guapa, estoy segura, la vida sigue desfilando

PD:

¿Por qué todo lo que escribo últimamente tiene que ver tanto con el tiempo?

tiempo ha

¿Así que estás leyendo lo que escribo? vaya vaya. Escribiré con cuidado entonces... para no herir tus sentimientos, para que sigas alegrándote de haberme visto y te marches feliz a Perú. ¿No me lo dijiste para que escribiera también sobre tí? ¿Con un poco de sarcasmo y con ironía? ¿con metáforas? Bueno pues aquí lo tienes. En el fondo te lo mereces, esto empezó en cierto modo por tu culpa, en algún momento recóndido del que sólo guardo lo peor, para que no me vuelva a pasar nada que se te parezca, aunque ahora que te veo, aquello queda donde tú y yo éramos de una manera que ya no somos ni seremos. Y ya no hay nada que me enfrente a tí, sólo contra lo que éramos. Ahí tienes la prueba de que todo fluye hacia adelante, lo malo se queda atrás y lo bueno nos empuja para adelante... ¿o lo malo nos empuja hacia adelante? sea como sea, me alegro de verte yo también, pero lo bueno si breve... mejor :D
¡¡Madre mía cómo pasa el tiempo!! ¡¿A dónde irá?! ¡¿Qué prisa tendrá?! Ni idea. Lo cierto es que no para ni un momento. Tengo la ventaja de haber conocido personas de todas las edades en lo que llevo de vida, lo cual me enriquece y por otro lado me pone nostálgica, sobre todo hoy cuando me ha agregado a una de las múltiples redes sociales de las que soy asidua, una de las que fue "de mis pequeñas" hace apenas unos años. Seis años. Pero claro, ella ya es una mujer, y yo... ya estoy harta de serlo. Tengo el síndrome de Peter Pan. ¿o es que sólo los hombres pueden querer evadirse de las responsabilidades de hacerse mayores? ¿hasta para eso se van a quedar con lo mejor? con la que está cayendo no me extraña que el 95% de la humanidad prefiera volver a su adolescencia, cuando el mundo era tan sencillo como si y no, me quiere o no me quiere, molo o no molo. Cosas sencillas que había que tomar como venían porque al fin y al cabo no éramos lo suficientemente responsables como para d

Dos o tres años

Dos o tres años después sonó una canción en la radio y se puso a llorar. Nunca había sentido un escalofrío tan intenso dos o tres años después. Comprendió. Y lloró.

EL TIEMPO NUNCA SE PIERDE, SE INVIERTE

Y que no me diga un señor que se llama Juan, José, Gustavo, Roberto o Julián que no voy a ir a ningún lado, que no llegaré lejos ni que estoy perdiendo el tiempo porque no lo estoy haciendo, lo aprovecho despacito, sin aturullarme demasiado, que el que se precipita se precipitaaaaaaa. Volveremos a encontrarnos Don Listín, y te vas a acordar de ponerme un cate... bueno tú y todos los demás, evidentemente. Saludos de quien no intimó contigo no la apetecía hacerte la pelota

UNA CASA ES UNA COSA

Una casa es una cosa llena de recuerdos, de historias, con un balcón que da a la calle cuando llueve, cuando hace sol, cuando hace mucho calor, cuando hay que regar la planta, cuando pasa por debajo gente muy ocupada que va a su trabajo y cuando hay jarana en el Daily, también todas las noches a las 2, una casa es una cosa que tiene un balcón que da a la calle cuando pasa el camión de la basura, porque el balcón es viejo y de forja y no cierra muy bien y deja pasar fríos y rumores. Una casa es una cosa con una cocina que se cae a cachos, que pierde puertas gas y grifos y nos conoce a todos en nuestros momentos más inspirados y más pacientes y en nuestras prisas mañaneras, una casa es una cosa con un baño con un espejo por el que miras y ves tantas caras reflejadas, tanto paso, tantos sentimientos, tanto corte de flequillo, gomina, pelos rapados, tantos afeitados dientes... y tantos fantasmas que te dan ganas de darle la vuelta a ver dónde se guardan todas esas cosas que ves cuando lo

CANCIONES PARA TÍ

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A veces parece que escriben canciones para una misma

Sin hilo dental

El hilo dental es una cosa que siempre me ha dado risa en las películas, por ejemplo en la de Pretty Woman y en... en... eeeennn.... en la de Pretty Woman. Es una cosa que, en mi mundo y dentro de mi vida, poco ha pintado hasta hace unos meses, salvo por la película esta de Julia Roberts y la de... em... eh... Julia Roberts y Richard Gere. Nunca ha sido un signo de debilidad hasta que mi salud dental ha tomado la prioridad que ahora posee en la rutina higienica de mi día a día. De pronto es una cosa pequeñita que está por todas partes: en mi bolso, en el baño, en el baño del otro sitio, en mi otro bolso, en el estuche de cosas para chicas, en el estuche de maquillaje... es una cosa tan imprescindible que si prescindo de él un sólo día, además de no poder dejar de darlo vueltas a aquello que me ronde los dientes, no dejo de echarlo de menos ni un sólo segundo. Y sin embargo ¡con qué facilidad prescinde el hilo dental de mí cuando se queda por ahí en algún recobeco de otro bolso, o en

¡HE HECHO ALGO HORRIBLE!

He hecho algo horrible, será que ya soy una lechoncita madrileña, será que me han curtido el lomo a palos y yo también me he subido al carro de la gente que se aprovecha. Pensándolo bien, lo mío para mí, y aunque sea egoísta, con lo que a mí me ha costado.. ¿acaso no me lo merezco? Quiero seguir durmiendo con el pollito en esa cama enorme, porque he peleado mucho para que esta relaccion salga adelante, quiero que mi planta de romero crezca en el balcón para que pueda verla mi abuela desde el cielo, he pagado esa habitación incluso los meses que no he estado en casa, he limpiado por todos los que han maltratado este piso, he puesto papeleras, cubos de basura, mantitas, cortinas, he arreglado los interruptores, ha puesto cucal para los bichos... y me merezco seguir viviendo en esa habitación como una reina. Estoy segura de que Dios no castiga con palos y en mi egoísmo de quedarme con la habitación grande, que ha sido siempre la mía, este no va a ser un piso sùper social, pero bien pens