¡¡Madre mía cómo pasa el tiempo!! ¡¿A dónde irá?! ¡¿Qué prisa tendrá?! Ni idea. Lo cierto es que no para ni un momento. Tengo la ventaja de haber conocido personas de todas las edades en lo que llevo de vida, lo cual me enriquece y por otro lado me pone nostálgica, sobre todo hoy cuando me ha agregado a una de las múltiples redes sociales de las que soy asidua, una de las que fue "de mis pequeñas" hace apenas unos años. Seis años. Pero claro, ella ya es una mujer, y yo... ya estoy harta de serlo. Tengo el síndrome de Peter Pan. ¿o es que sólo los hombres pueden querer evadirse de las responsabilidades de hacerse mayores? ¿hasta para eso se van a quedar con lo mejor? con la que está cayendo no me extraña que el 95% de la humanidad prefiera volver a su adolescencia, cuando el mundo era tan sencillo como si y no, me quiere o no me quiere, molo o no molo. Cosas sencillas que había que tomar como venían porque al fin y al cabo no éramos lo suficientemente responsables como para decidir. Luego llega ese momento en el que se te empiezan a confiar pequeñas libertades que te bebes en vasos de litro, en cachis que se dice en mi comarca natal, minis por donde habito y litros por otros lugares de la gran España en crisis. Todo es pequeño, todo puede ser más, tienes el ansia de ser mayor para elegir porque tú sabes lo que te conviene, lo que es bueno para tí, tu sí lo tienes claro, tú no vas a patinar como los mayores infelices con sus vidas, tú serás feliz siempre... y diez años después de haber empezado a crecer, de repente las cosas no están tan claras... esto no es lo que habías planeado, ni eres feliz para siempre como habías calculado, evidentemente no contaste con que las cosas no siempre salen como esperas, pero aquí está la vida, my friend,  pasando, y el tiempo, imparable... ¿a dónde irá? y hay que hacer algo con él porque está claro que el tiempo que se marcha no vuelve y mientras tú aprendías que la vida no es miel y caramelos otras empiezan a ser mujercitas. Creo que estoy entrando en bucle. 
El caso es que es bello. Todo como está. Sabiendo lo que había, sin saber lo que viene, mirar atrás y creerse con más sabiduría a los que vienen después de nosotros, mientras los que van por delante nos miran exactamente igual pero compadeciéndose un poco más... y sin embargo:¡qué admirable! esa ilusión innata del ser humano para levantarse por las mañanas con ganas de cumplir sus sueños a pesar de que las cosas no están saliendo como habíamos planeado, esa capacidad de improvisar sobre el lienzo de la vida para que quede cuando nos marchemos una obra de arte, una obra de arte que ya no será para que la valoremos nosotros que tan sólo estamos dando pinceladas tratando de salvar esta chapuza, una obra de arte que los demás admirarán para bien y para mal, y será ejemplo de muchas cosas para bien y para mal también. Una obra de arte infinitamente mejor de lo que soñamos que sería nuestra vida, que para eso está, para pintarla.

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