Atras se queda el mundo...
Después de un largo camino llego hasta aqui, donde ahora estoy, exactamente en este lugar y en este momento, en un punto del globo terráqueo, feliz de lo que soy, lo que tengo y lo que me rodea.
No miro hacia atrás porque no queda tiempo, cada cosa se queda en su sitio allí, a 20, 30 u 80 km, donde siempre estuvo y estará a menos que decida avanzar hasta donde yo me encuentro (lo dudo).
Y así funciona la vida, todo llega y todo pasa, ¿ves aquellas montañas? le digo a quien me acompañe en un hito kilométrico determinado de esta larga carretera que nada tiene que envidiar a la Route 66, pues pronto estarán aquí bajo mis pies, y luego pasarán a formar parte de todo lo que pisé un día, sin importarme demasiado, sólo una pieza más, un paso más en mi senda.
Y un día de repente mirando hacia atrás veo tanto camino pasado que no puedo más que sentirme orgullosa y sonriendo vuelvo la vista hacia adelante y me digo que nada puede ser tan importante como para estropear esta sensación.
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