DE ESAS

De esas que se van a desayunar con extraños, que se sueltan el pelo cuando corren, que se levantan siempre de mal humor, que a veces no tienen qué comer porque tenían el día vago y no han hecho la compra, que se arreglan las camisetas con imperdibles, que se pintan sólo los días que están de buen humor, que llaman buenos a los días malos, que matarían al lunes si fuera una persona de carne y hueso, que alguna vez pensaron en echar cianuro en algún café, que saltan en charcos siempre que llueve, que besan a desconocidos en las fiestas, que nunca tienen un plan lo suficientemente bueno el Domingo por la tarde, que gastan noches enteras en personas que no valen la pena, que invierten su tiempo en sueños que no les reportan ningun beneficio, que cambian los muebles de sitio una vez al mes, que siempre guardan por si acaso, que a veces piensan demasiado, que siempre piensan demasiado, pero no siempre lo cuentan, que echan de menos a las personas antes de que se marchen, que echan de más a las personas que no están de más, que rompen platos en momentos de histeria, que le gritan a la almohada, que cantan victoria antes de tiempo, que idealizan el pasado, que revientan los granitos en el espejo, que persiguen sólo a los que no la hacen caso, que tienen un amor platónico que es el verdadero y único hasta los restos, que van cantando por la calle y por el metro, que cuando cogen un libro se olvidan hasta de donde están, que pierden el culo por un guasap de madrugada, que lloran mucho más de lo que deberían y además se lo permiten porque piensan que es sano, que un día empezaron a correr sólo por rabia y sólo por rabia llevan meses sin dejar de hacerlo, que un día encontraron un hombre y se lo llevaron a casa sólo por despecho y cuatro años después decidieron que la relación se había terminado, que nunca fueron buenas reposteras, pero fueron reposteras, que siempre se imaginan haciendo cosas que nunca se ponen a hacer, que empiezan cosas y las dejan a medias durante años hasta que deciden terminar con ellas, que hablan inglés, francés y un poco de alemán, pero nunca han vivido en el extranjero, que un día se propusieron leerse un libro en italiano, que escriben todas las noches un diario secreto que tiene la receta de la felicidad eterna, que consideran que el tiempo, aunque perdido, siempre se invierte, que cada vez que les da el sol en la nariz estornudan, que hicieron pellas en algunas clases, que se enamoraron con 10 años, que pensaban que la vida era una película y todavía en secreto fantasean con que así sea, que tienen miedo a las alturas pero han hecho rappel y tirolina y escalada, que odian la nieve y han ido a esquiar y hasta han intentado hacer snowboard, que beben tres copas y pierden los papeles, que una vez fueron Doña Inés, que un día salieron en la tele y se convirtieron en la estrella mediática de su pueblo, que una vez dijeron una mentira muy gorda, que una vez hicieron daño, que se impacientan friendo patatas, que no saben decir no, pero tampoco dicen que sí, que se ponen pijamas de chico para dormir, que nunca han tocado la guitarra pero la tienen ahí, por si acaso, que comen lo que les viene en gana cuando les apetece, que se sienten rebeldes incomprendidas, aunque no lo son, que echan de menos a mami muchas veces al día, que no sabrían vivir sin teléfono, que no sabrían vivir sin música, que aprendieron a levantarse otra vez tres veces porque tropezaron con la misma piedra en el mismo lugar y a la misma hora, que nunca se olvidan aunque hacen como que sí, que los sábados por la noche nunca cuentan la verdad...de primeras, que perdonan...lo que pueden perdonar.