¿QUÉ ANDARÁS HACIENDO?

Nos mirarás desde arriba, lo que hacemos y dejamos de hacer, velando por el bien de todos, refunfuñando un poco... a veces juraría que te escucho decirme cosas al oído así como lo dices tú...o lo decías. Aunque ha sidotodo muy de repente, ahora es lo difícil... el tenerte así de lejos, todo lo que tu has sido para mí para nosotros, que hemos crecido contigo, con la colonia en el pelo y la raya de lado. Con las sopas de leche y las papillas de platanos y galletas... ay wela... como te echo de menos y como te quiero... eso no lo sabe nadie, qué hueco tan grande has dejado dentro de mí, tan lleno de tus cosas, metidas en botes y en cajas con mucho cuidado...
Te escucho murmurar cositas que llevo tan dentro y que no quiero que me arranque nadie, nisiquiera el tiempo, porque son lo único que tengo de tí, que es lo que al fin y al cabo hace lo que soy, y te juro que no me arrepiento de nada de ser como soy, porque se que viene de ti y me da vergüenza que un día quise aparentar otra cosa, porque yo soy lo que soy gracias a ti y a mi madre...por Dios, cuida de mi madre, que nunca me doy cuenta de que me echa de menos, que soy una egoísta y me muevo más que el baúl de la Piquer, y la digo cosas que la hacen sufrir...
Qué orgullosa que estoy abuela, de que seamos así las tres, seguidas, de esta manera de guardar las pequeñas cosas en botes, y tratar de ser valientes y de ahogarnos en un vaso de agua y de hacer las cosas bonitas por dentro para que estén bonitas por fuera.
Y cómo te echo de menos, a tus manos arrugadas y tersas a la vez, a tu sonrisa, a tus besos calentitos, y a tus palabras siempre tan llenas de inteligencia.
Y no entiendo cómo no pude hacer nada, si hasta te escuché despedirte, si sabía que te marchabas, si ya me ha pasado más veces, que la gente se va a marchar y no soy capaz de despedirme, de decir algo coherente, sabio, de pararlo, de hacer algo, de darme cuenta, de reaccionar. ¡Ay abuela!