Martes y 13 II parte


Nada más levantarme miro por la ventana no sea que el tiempo de Burgos haya cambiado repentinamente, y el tiempo se ríe en mi cara diciendo...-No he cambiado nena, pero lo haré en cuanto te descuides...

Me pongo mi chaquetilla de verano y no hace malo aunque una nube amenaza con cubrir el sol... al cabo de unas horas no existe el sol, está perdido detrás de un techo negro que amenaza echarse a llorar a la minima de cambio... pero la mínima de cambio espera toda la mañana... aún no sabemos muy bien a qué... o a quién.

Los que me conozcan saben que es lo que va a pasar a continuación... lo siguiente es que empiezan a caer cuatro gotas al salir de mi practibajo... pero la cosa se pone seria cuando hay que bajar del autobus repetao de gente para llegar a mi casa, a penas a 50 metros de la paradita... Decir que chorreaba cuando por fin he alcanzado la orilla de mi portal es poco, parecía que nos íbamos a ahogar si respirábamos demás el aire contaminado de goterones de lluvia...

Y ahí estaba Dios descojonándose de mi destino tan cruelmente planificado por sus manos de titiritero.

¡¡¡Por favoooooor cieloooo deja de lloveeeeeer yaaaaaaa!!!


PD: Aun no ha acabado el día. Habrá tercera parte, indudable...

Comentarios

Entradas populares de este blog

La de la esquina doblada

cómo se aprecia

Bisolvón antitusivo, el jarabe que más me pone!!