Sal solito...
Me levanto de la cama en silencio para no despertarte. Voy de puntillas por casa sin levantar las persianas. La oscuridad me acompaña mientras tú murmullas aún en sueños. No me acompañas a la boca de metro y te echo de menos todo el camino. No estarás cuando salga de ahí en un autobús hacia ninguna parte... y te echaré de menos otra vez.
Y aunque te evite muchas noches, los días que te escondes ando perdida sin saber si estoy de tarde o de mañana.
Entonces me sorprendes a medio camino de un naranja increíble con tu amanecer siempre diferente y siento celos de la Luna que esta noche, como todas, atravesó el cielo en tu busca.
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