el día de después

Bastantes días después diría yo, y dejando que la vida me lleve por sus caminos, reconozco que no es tan malo esto, pero podría ser mejor, y con esfuerzo, lo será; y también podría ser peor, y me temo que para eso, en cambio, sólo hará falta un golpe de mala suerte, o una lengua viperina... aunque en mi caso, que no acostumbro a hacer cosas de las que deba esconderme o avergonzarme, las lenguas viperinas, la verdad sea dicha, me la traen al pairo.
El día después, o varios días después, ya en frío, ya en calma, ya lejos de esenario, momento y circunstancia, o más bien totalmente fuera de ellos, sólo queda espacio para un sentimiento de paz, para desear lo mejor a todo el mundo involucrado y para pensar que me queda tanta vida por delante que esto sólo es un grano de arena en un caminito. El día de después (o varios días, insisto)ya sólo me queda una sonrisa, (¡qué cosas! que de todo puede reírse una), que siempre esconde un buen propósito, buenos deseos y la certeza de saber a lo que me he enfrentado, y de que siempre se gana o se gana más... ¿cómo que no? ¡sí señor! hay que ser positivos, en este mundo ridículo el que no se alegra es porque no quiere y la experiencia siempre es un punto, oiga.
Y lo mejor de todo... que siempre habrá un día de después, para ver la cosas de otra manera, para hacer examen de conciencia, para hacer balance de pros y contras  para sonreir :D

Comentarios

Entradas populares de este blog

La de la esquina doblada

cómo se aprecia

Bisolvón antitusivo, el jarabe que más me pone!!