Grandísimo Manuel

Acabo de enterarme y me duele hay que joderse, pero hasta el infinito, más que nada porque acababa de conocerle esta noche justo cuando ya se ha muerto. Y que descanse en paz, porque mira que le he visto veces en la pantalla pequeña y en la grande... y mira que le he admirado por lo bajines, así como se admira a esos actores que una no sabe muy bien quiénes son, pero la suenan... Se me han quedado colgados mis 5 planes B de Sábado y así haciendo zapping, me he encontrado en la 2, que siempre exhibe cine de calidad, el dulce gesto de Manuel Alexandre interpretando con mimo como sólo él sabe hacerlo a Aalfredo en Elsa&Fred.  He terminado de ver una de sus peliculas, que merecerá la pena buscar y revisionar desde el principio y sin cortes, (estos gatos no me dejan vivir). El caso es que de repente le he conocido, le he visto hablar, emocionarse, contar sus cosas de adentro así con la lagrimilla en los ojos, intentando explicar algo que roza el tema del amor pero no suena a canción de Cadena Dial, y me ha encantado. Me ha cautivado hasta los huesos, tanto que trastos para aquí y trastos para allá, me pono en pie enchufo el cacharro, espero inicio reinicio... y por fin busco a este buen hombre en la web y descubro que el pasado Martes, Don Manuel Aalexandre decide que ya ha vivido suficiente y me imagino que con una lagrimilla en el lacrimal, se despide de todos para reposar en paz esa vida llena de un amor que no existe sino como él lo explicaba, como lo único que nos queda. Enamorada de un muerto, es un tema que me da para escribir un libro, o a lo mejor el guión de una película. No es mi último homenaje, lo prometo, empieza ahora el repaso de la carrera que este señor termina. Qué curiosa es la vida y qué rabia que haya tenido que morir para que una infeliz como yo se entere de que existía...(apreciese entre líneas mi crítica a la programación televisiva) pues parece que en este mundo, las personas sólo se hacen grandes cuando mueren y ya se sabe, cuando mueren las oscuras golondrinas ya no vuelven nunca a la ciudad...