los helados no son para octubre

Estaban acechando desde su rincón. Aagazapados en la nevera, salvados por un temprano chaparrón de otoño que no termina de llegar. Se atreven a exhibirse todavía en carteles por las esquinas, en las puertas de los bares. Impávidos miran cómo asoma el frío por las esquinas y parece que aúnu se atreven a provocarlo  con sus colores, con sus sabores y con sus variedades. El otoño dura lo que tarda en llegar el invierno y no deja de recordar un verano que pasó como un sueño. Acechan ahora en cualquier lugar como fantasmas de un tiempo que don nadie recuerda mientras va dando tumbos de acera en acera con tantas cosas que hacer y que pensar y que empezar y que terminar. Susurran entre ellos hablando de otro verano, del próximo que nunca verán todos juntos, o del que ya pasó. Y así sin quererlo se van derritiendo con el calor que evocan sus recuerdos y ahí se quedan los helados, agazapados en el fondo de la nevera de cualquier bar que todavía se atreva a exhibirlos en carteles ante la inminente llegada del invierno.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La de la esquina doblada

cómo se aprecia

Bisolvón antitusivo, el jarabe que más me pone!!