rendición

Esta es una nota de rendición. De que me creía grande desde fuera, de que te podría haber ayudado, de que creía cuáles eran las mejores decisiones, de que pensé poder secundarte porque yo, en tu lugar haría lo mismo. Esta es una nota de equivocación profunda, de gran desastre, de culpabilidad infinita, de responsabilidad de la guerra que se aviene sobre nuestras cabezas, que yo no soportaría y he posado sobre tu piel.
He llegado a compadecer tanto tu sensación, a unirme tanto a tus causas, que soy parte de ti, de tu piel, de cada movimiento que desencadenas, que buscas ser, que soportas.
Nunca seré tan fuerte: se me hacen tempestades las olas contra las que braceas tú, que no lo sabes, que me ves tan gigante. Me siento tu responsable, la tuya, que en realidad eres la mía, y me pregunto cuándo voy a dejar de ser responsable de nadie, y me asusta la vida. Me pasma porque yo todavía no estoy preparada para encarar ciertas cosas. Se me queda grande ser responsable del aleteo de una mariposa, que al otro lado del teléfono, mira tú por donde, significa esa tempestad contra la que me enfrentas sin quererlo ni sin saberlo. Nunca seré tú.