TRENTI

Aún formando parte de lso Tuenti pot otros cinco años (alguno más) he de confesar que me agobia llegar a los Trenti para comportarme como si tuviera Dieci. Tres ejemplos en un día (que ya son bastantes):

El primero es un nene con síndrome de Peter Pan que se niega a crecer y dejar atrás los rolletes de fin de semana, las juergas con los amigos y las relaciones sentimentales poco profundas, probablemente por el miedo a que puedan doler. Está conociendo a una chica pero por el camino fanfarronea con otras hablando de sexo como si estuviera diciendo caca-culo-pedo-pis.

Nuestra siguiente candidata, lejos de aparentar los Trenti, después del embrollo que supone la organización de un evento entre 15 personas se niega en rotundo a hacer uhn poco el paripé para que todos nos sintamos cómodos, crea el mal rollo sin motivo aparente como dice nuestro gran jefe experto en paciencia. Está tan obcecada en su rabieta que no se da cuenta de que los demás preocupados por su estado, nos estamos distrayendo de algo que hemos venido a disfutar. Al asumir un papel de mamá y dejar de insistirla, es cuando reacciona como una mocosa de 6 años... me sorprendo, yo creía que esas cosas se dejaban de hacer.

Me queda una gran amiga con la que podría haber escrito un libro de confesiones que en otros países hubiera supuesto pena de cárcel y de muerte, que acurrucada en un banco donde acabamos de hacer botellón los de los trenti y yo, en Beberli a las tantas de la noche, me confiesa que su vida da no tiene rumbo desde algún tiempo y que da vueltas sobre su eje sin dedicarse a cosas en concreto sino a cosas en general, y ya se sabe que quién mucho abarca, o tiene los brazos muuuy largos o no aprieta ni hostias. Es decir, que el tiempo es el que es para todos y para todo, no concibe horas extra de especialización y a los Trenti yo ta,bién seguiré en pañales como a los Tuenti a menos que elija y me centra. Pero para eso TODAVÍA quedan siete añazos