SOLO ESTABA TU CHAMPÚ
Busqué de nuevo en una fila, otra y otra, en la sección de bebés y en la de cremas para el cuerpo, hasta entre las lechugas lo busqué pero sólo estaba tu champú, apuntando hacia mí con su seductora figura y su aroma a albaricoques… pero en mi cabeza reproches y más reproches… cómo iba a fallar a mi pelo de esa manera, qué iba a ser de esas duchas con aroma a rosas… y ¿qué iba a pensar de esto yo misma? Decidí ignorar que sólo estaba tu champú en aquella estantería y pensé que en otra estantería en otro súper no muy lejano (aquí hay mucha competencia de superes) estaría el mío, mi champú.
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