con una pizquita de ironía...
Cuando el chulito me chulea y no son historias sus cuentos cuando quiere jugar conmigo y viene a verme (de ciento en viento) me dejo camelar agusto porque nada me queda que defender cuanto hasta los minutos que faltan para que me venga a ver. Cuando el chulito de empeña en alquilar su corazon y tasarlo en ciertas palabras para ninguno de los dos atiendo con sonrisa incrédula y con cierta satisfacción ¡ay si fueran verdad las huachafadas que me suelta de dos en dos! Y si el chulito me llora un no te quiero querer le guiño un ojo al alma al mío y al suyo, si pue' ser y le digo que se ha hecho tarde para volver. pd: yo tb sé jugarme la boca, yo tb sé besar.