No pasarse de la raya...
Menos mal que me has hecho sonreir esta noche porque empezaba a preocuparme por todo lo demás antes que por mí justo tres minutos antes de que lo hicieras. Se dibuja de nuevo un mundo feliz con mi pequeña ramita saliente (planesparamañana) a la que agarrarme en este río de primeras pacífico. ¿Quién abrió la presa? me pregunto mientras lucho a contra corriente intentando divisar la orilla... y me temo que la culpa de que tú la abrieras es sólo mía por haberte dejado entrar en mi central. Por suerte todo tiene solución y ahí estaba mi ramita particular que ni se imagina que me ha salvado la vida esta noche. Por suerte mañana compro candado nuevo y dejo de invitar turistas a la central.